Errores Comunes en Test Shooting y Cómo Evitarlos para un Resultado Profesional

El test shooting es una herramienta clave para construir portafolios, ganar experiencia y proyectar una imagen profesional en la industria de la moda. Aunque suelen ser sesiones de bajo presupuesto o de colaboración entre talentos emergentes, eso no significa que deban tener un acabado amateur. De hecho, los test shootings bien realizados pueden tener la misma fuerza visual que una editorial. Para lograrlo, es fundamental evitar ciertos errores frecuentes que pueden arruinar el resultado final. En este artículo repasamos los fallos más comunes y cómo solucionarlos para que cada test refleje tu máximo nivel profesional.

Falta de planificación previa

Uno de los errores más habituales es llegar al set sin una idea clara de lo que se quiere lograr. Improvisar puede funcionar en sesiones creativas, pero en un test donde el objetivo es mostrar versatilidad y profesionalismo, no tener un plan puede generar caos y resultados débiles.

Cómo evitarlo

Antes de la sesión, definí un concepto base, aunque sea sencillo. ¿Qué estética querés lograr? ¿Qué expresiones querés mostrar? ¿Cómo debe lucir el estilismo? Armá un moodboard con referencias visuales, poses sugeridas, paleta de colores y posibles locaciones.

Planificá también un cronograma de tiempos, una lista de los looks que se usarán, y asegurate de que todos los involucrados estén al tanto de la dirección creativa. La preparación marca la diferencia entre una sesión genérica y una que realmente suma valor al portafolio.

No cuidar el estilismo y los detalles

Un test no es una editorial, pero eso no significa que el estilismo deba tomarse a la ligera. Usar ropa arrugada, mal combinada o fuera de contexto puede opacar al modelo y generar imágenes poco profesionales.

Cómo evitarlo

El estilismo debe estar alineado con el perfil del modelo y el concepto de la sesión. En general, es preferible optar por prendas básicas, colores neutros y siluetas que destaquen la figura. Todo debe estar limpio, planchado y bien ajustado.

Además, prestá atención a los accesorios, al calzado y a los pequeños detalles como la postura, el cabello fuera de lugar o las etiquetas visibles. Una buena imagen se construye desde lo macro y también desde lo micro.

Iluminación incorrecta o mal usada

La luz es uno de los pilares más importantes de cualquier fotografía, y un error frecuente en test shootings es no dominar su uso o subestimar su impacto. Una mala iluminación puede generar sombras duras, brillos no deseados o imágenes planas que no favorecen al modelo.

Cómo evitarlo

Trabajá con luz natural si no tenés acceso a equipo de estudio, pero hacelo con inteligencia. Evitá el sol directo en horarios duros y buscá luz difusa (por ejemplo, junto a una ventana o en días nublados). Si usás iluminación artificial, asegurate de entender cómo funciona cada fuente de luz y qué efecto genera.

En un test, lo ideal es una iluminación limpia, suave y frontal, que resalte los rasgos del modelo y permita ver bien su expresión y textura de piel sin distorsiones.

No dirigir al modelo con claridad

Muchos modelos que participan en test shootings están empezando su carrera, por lo que no siempre saben cómo moverse o expresar distintas emociones. Un error común es dejar que el modelo improvise sin dar guía o feedback.

Cómo evitarlo

Como fotógrafo o director creativo, tu rol es guiar. No es necesario dar instrucciones técnicas complejas; muchas veces alcanza con sugerencias emocionales o físicas simples como: “mirá hacia la luz con curiosidad”, “relajá los hombros”, “probá una sonrisa sutil”.

Usá referencias visuales si es necesario, y no tengas miedo de mostrar ejemplos. La conexión entre fotógrafo y modelo es clave para lograr imágenes que transmitan autenticidad y confianza.

Abusar de la edición o no editar en absoluto

La postproducción es parte del proceso, pero uno de los errores más comunes es irse a los extremos: o editar en exceso con filtros y retoques poco naturales, o entregar las fotos tal como salieron de cámara, sin ningún ajuste básico.

Cómo evitarlo

La edición en un test shooting debe ser limpia, coherente y realista. Ajustá la luz, el contraste y los tonos para dar uniformidad, pero respetá la textura de la piel, las proporciones del modelo y la naturalidad general.

Si hacés retoques, que sean sutiles: quitá pequeñas imperfecciones, pero evitá borrar rasgos que definen al modelo. Las agencias y clientes valoran las imágenes auténticas, no las idealizadas.

Mostrar demasiadas imágenes o no hacer una buena curaduría

Otro error frecuente es incluir en el portafolio todas las fotos del test, sin un filtro de calidad o narrativa visual. Esto puede saturar al espectador y restar impacto a tu trabajo.

Cómo evitarlo

Después del test, seleccioná entre 10 y 20 imágenes que muestren variedad de expresiones, encuadres y estilos. Evitá repeticiones o fotos demasiado similares. Cada imagen debe aportar algo distinto.

Mantené la coherencia visual entre todas las tomas: que tengan una edición uniforme, una estética cuidada y un hilo narrativo que permita entender el potencial del modelo o la visión del fotógrafo.

Descuidar la presentación y los créditos

Un test puede tener imágenes increíbles, pero si se presenta de forma desordenada, sin créditos o con archivos mal nombrados, pierde valor profesional.

Cómo evitarlo

Nombrá las carpetas y archivos con claridad (por ejemplo: nombre_modelo_fecha_test). Entregá las imágenes en alta resolución y también en formato adaptado para redes. Acreditá correctamente a cada miembro del equipo: fotografía, estilismo, maquillaje, modelo, agencia si corresponde.

Si compartís el material en redes o portafolio, usa un diseño limpio, cuida el orden visual y acompaña cada publicación con texto y etiquetas adecuadas. La forma en la que muestras tu trabajo también comunica tu nivel de profesionalismo.

El test shooting puede parecer una práctica informal, pero cuando se realiza con intención, planificación y cuidado, puede convertirse en una herramienta profesional de alto impacto. Evitar errores como la improvisación, la mala iluminación, la falta de dirección o la edición excesiva te ayudará a construir un portafolio más fuerte, coherente y valioso.

Recuerda que cada imagen que sale de tu cámara —incluso en una sesión de prueba— es una muestra de tu identidad creativa. Trátalas con respeto, exigencia y visión. Porque en la moda, la diferencia entre lo amateur y lo profesional muchas veces está en los detalles.

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